Critica: Oz el poderoso - Sam Raimi

Todos hemos soñado  volvernos mas grande de lo que realmente  somos. Justamente ese es  el viaje de Oz, a través de un mundo de fantasia, en donde lo clásico se transforma en moderno. Sam Raimi nos demuestra con esta cinta  que es un versátil e imaginativo director.

Cuando este tipo de film llega a las salas de cine, provocan que las aguas se dividan entre los que quieren que los clásicos no se toquen y los que creen que aun hay algo nuevo  que contar. 

Ese es el caso de Oz  El filme posee un sólido arranque que de paso sirve para homenajear a “El Mago de Oz” de Victor Fleming, en una manera muy diferente de ver cine  estereoscopico, un 3D en blanco en negro.

Para luego dejar paso  a un colorido mundo repleto de gran diversidad  creatividad. Pero que a veces se sobre explota, quedando en evidencia  la omnipresente    pantalla verde. Pero que demuestra  en cintas como esta,  el gran avance que a tenido las criticadas salas 3D. En donde los film ya no son oscuros como en sus inicios y ya forman parte importante  de la experiencia de la pelicula. Como es en el caso de Oz en donde fuera del formato estereoscopico, pierde gran parte de su intrínseca magia.

  La trama que nos propone Raimi es sencilla, pero no por eso menos entretenida. En donde no se busca un thriller trepidante, si no entretener a toda la familia.   Contándonos el viaje que vive el ilusionista Oscar, mejor conocido como Oz, una persona común situada en un mundo donde aparentemente todo es más grande que él, en donde  debe  desarrollar sus talentos y recursos. Para ser alguien que nunca imaginó ser, un  hombre de bien. Pero todo viaje necesita compañeros de ruta y en ese caso vuelve a acertar el director. Con una dulce muñeca de porcelana, un enano gruñón y el mas divertido de todos ellos, un mono volador. 

Pero toda cuento debe tener partenaires y villanos. En este caso son todas mujeres, mejor dicho brujas, las encargadas de ambas tareas. Tanto buenas como malas, en donde se nos reafirma el concepto clásico que la belleza es siempre sinónimo de  bondad y la fealdad   es indudablemente malvada. Un concepto que reafirma el siempre peligroso mensaje   discriminatorio de Disney. Siendo el diferente el digno objetivo de nuestro  odiado y desprecio .  Otro detalle negativo a destacar, es la poco trabajada  escena del robo de la varita.  Siendo realmente pobre y falta de la mínima coherencia narrativa.  

Pero todo no es malo en Oz, James Franco da una acertada actuación como el mago. Transmitiendo por igual la soberbia y la incertidumbre del personaje, quien sabe engañar a los que lo rodean con sus trucos y su histrionismo descarado. Las  tres brujas brillan en su propio estilo. Michelle Williams como Glinda logra remitir bondad, valentía y esperanza (aunque empalague). Mila Kunis hace un buen trabajo como la ingenua Theodora, aunque el guión no le permite sacarle mucho provecho a su papel. Mientras que Rachel Weisz es la mas rescatable de las tres, con  una eficaz interpretación como Evanora, ya que su personaje se prestaba para sobreactuarse; pero Weisz le pone una sutileza que da la impresión de una maldad natural en ella. 

Conclusion:

Una aventura mágica repleta de color y añoranza. Una digna precuela, que Disney busca convertir en mas películas, pero que inteligentemente   Sam Raimi rechazo al afirmar que en Oz, ya había contado todo que él  tenia para decir, con respecto a esta historia. 

Lo mejor:

• El 3D es majestuoso. 
• James Franco como Oz.
• El mono volador y la muñeca de porcelana.

Lo peor:

• Se abusa de los escenarios creados por computadora.
• El guion en algunos tramos de la cinta cuenta con unos cuantos baches.

8 -12