Daredevil es un programa totalmente atípico para el universo Marvel, oscura, realista y repleta de matices. Una serie que será seguramente muy difícil de destronar como la mejor del año 2015.
Corría el año 2013 cuando una
serie desconocida protagonizada por Kevin Spacey lograba colarse en la nominación
a mejor serie de Drama en los premios Emmy
2013. Un programa de televisión que no se emitía en televisión; solo por
internet, seguramente una movida de marketing, un sacudón inesperado para llamar la atención. Motivado por el sentimiento
de falta de justicia busque desenmascarar
el engaño viendo ese dichoso programa, pero sorpresa; ‘House of Cards’ me pareció notable y si no fuese porque compitió con
la mejor serie de la historia ‘Breaking
Bad’ debió haber alcanzado la máxima distinción. Desde ese momento cada
proyecto de Netflix los comencé a
observar con otros ojos, lejos de las presiones de las grandes cadenas norteamericanas y su obsesión por los números
(aunque con un nivel inferior al del cine) esta nueva forma de ver televisión brindaba
la posibilidad de presentar otras historias que por su carácter atípico o
violento no podían llegar a cuajar en una grifa de programación convencional.
Cuando hará más o menos dos años Marvel Studios recupero varios de sus
personajes por parte de Fox entre
ellos Punisher y quien nos convoca Daredevil, mucho se especuló con la posibilidad
de sus propias películas y sus ingresos dentro del lucrativo universo ‘The Avengers’ pero el tiempo paso y la
mala fama cosechada por los personajes destrozados por el muy mal manejo de Fox hicieron de esto algo improbable. Hasta
que un día llego Steven
S. DeKnight
el
mismo responsable de éxitos como ‘Buffy
la caza vampiros’, ‘Ángel’ y la
legendaria ‘Spartacus’ con una forma
muy diferente de contar la historia de
Daredevil. Su idea no se basaba en
chistes autorreferenciales (aunque tenemos un par), tampoco en grandes efectos
especiales o en la búsqueda de captar al gran público de amplia segmentación.
Todo lo contrario, su visión era todo lo
contrario a lo que había hecho popular a Marvel
Studios, una historia totalmente adulta, oscura y hasta
porque no opresiva y deprimente. Algo que solo se podía cuajar bajo una alianza
con algo también atípico como lo era Netflix. Fue recientemente el 10 de
abril de este año cuando se publicaron
al unísono los trece episodios del programa logrando de inmediato una gigantesca
repercusión ya siendo confirmada su segunda temporada antes inclusive que
lleguen las demás series de Marvel
al misma canal de streaming.
'Daredevil' nos cuenta la historia de Matt Murdoch, un abogado de día y justiciero de noche. El que a
pesar de ser ciego, gracias al mismo accidente que lo segó posee todos sus demás sentidos ampliamente
desarrollados, una fuerza extraordinaria y una agilidad sin parangón. Sin descanso, Matt Murdoch recorrerá las calles de Nueva York a la caza de todo tipo de
criminales a los que no puede castigar un tribunal.
Daredevil bebe su esencia de
otros grandes proyectos de la pantalla chica, cuenta con mucho de Spartacus algo
que no sorprenderá al ser Steven
S. DeKnight
productor
y showrunner de la serie, pero también cuenta con los matices de ‘Breaking Bad’ en sus villanos sumado a
una fotografía y corografía de combates que recuerdan a la aclamada cinta de
artes marciales Old Boy (a la original coreana no a la pésima adaptación norteamericana).
Porque Darevil es mucho más una
serie de artes marciales que un programa de superhéroe propiamente dicho, en
ella vemos a un vengador enmascarado el cual reparte tantos golpes como los que
recibe. Porque lejos de la recuperación cuasi mágica de los protagonistas en otros programas,
en este vemos una y otra vez a Murdoch lastimado, tambalearse por el dolor seguir
adelante a pura fuerza de voluntad.
Si hay algo nunca me
voy a cansar de decir es que un héroe es tan grande como su villano,
siendo este casi siempre el que pone o no el listón a la historia que se quiere
contar y Wilson Fisk ósea Kingpin vaya que si lo hace. Esto
gracias a una actuación extraordinaria por parte de Vincent D’Onofrio quien supo brindarle la carga justa al personaje entre
idealismo y brutalidad. Más aun cuando llegamos al cuarto episodio y se nos
cuenta su atormentada historia y llegamos a empatizar totalmente con su personaje. Con respecto al casting
podemos decir que es extraordinariamente atinado con un Charlie Cox como Matt Murdock quien
consigue expresar esa doble vida, por un lado un abogado
idealista ciego y por el otro el justiciero oscuro de los callejones. Elden Henson interpreta a Foggy
el mejor amigo de Matt el
equilibrio perfecto para el atormentado protagonista el que sin caer en lo
payasesco brinda una cuota de humor medido al programa, una contrapartida
humana para el superhéroe. Luego tenemos a Deborah
Ann Woll como Karen
Page una actriz que demuestra que no solo es una cara bonita con un papel
que a tono con la serie cuenta con unos cuantos claro oscuros a medida que se
va desarrollando su personaje. El resto del elenco cada uno en su papel también
saben cumplir con su cometidos y los guiños hacia el universo Marvel aunque sutiles se dejan notar.
En algunos chistes al pasar o hasta la mención de una estudiante de griego de
la que Matt se enamoró en la
universidad una referencia clara a Elektra.
Ya se prometió
por parte de Netflix que tendríamos una
segunda temporada el próximo año más otros proyectos de Marvel como A.K.A. Jessica Jones, cuya serie
individual debutará hacia finales del 2015 aunque aún no se ha confirmado las
fechas de estreno de Luke Cage y de Iron Fist siendo postergado el
crossover entre dichos personajes la que se llamara ‘Los Defensores’ dada la ya
mencionada segunda temporada de Daredevil.
Conclusión: Va a
ser muy difícil que otro programa supere a este como mejor serie del año 2015.
En donde por primera vez Marvel presenta en la televisión un programa digno
luego del fiasco de S.H.I.E.L.D y
agente Carter. Con un enfoque
realista, oscuro y muy violento en donde la clasificación para mayores de 13
años se queda corta, siendo un programa adulto por excelencia.
Lo mejor:
- Un elenco brillante en su conjunto.
- Un guion soberbio.
- Una fotografia excelente.
- Nos quedamos con ganas de mas.
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