Oportuno biopic luego del fallecimiento del líder sudafricano
en donde se busco retratar la vida de uno de los personajes más impotente de la
historia del siglo XX. En una propuesta con sabor a poco a pesar de sus dos horas y media de duración.
Es indudable que el fallecimiento del líder africano
fue uno de los hechos mundiales más importante del año pasado en todo el mundo. Por lo
tanto una oportuna cinta sobre su persona era un plato demasiado sabroso para
dejarlo pasar por parte de la maquinaria
Hollywoodense. En una propuesta que abarca desde la niñez de Madiba hasta su triunfo en las urnas.
Pero de una forma totalmente superficial en cada uno de los aspectos que la
cinta quiere llegar a abarcar. Más cercana
a un documental que un drama en sí mismo.
La historia nos sitúa en una Sudáfrica dominada en todos sus estamentos
de poder por una elite blanca. Mientras que las mayorías negras se encuentran
sometidas y sin representación alguna. En ese panorama surge un abogado idealista Nelson
Mandela (Idris Elba) quien
va a marcar la diferencia al alto coste de su libertad. Luego de recorrer el tortuoso
camino de los atentados terroristas y veinticinco años de prisión. Para
culminar con una férrea convicción hacia la igualdad entre los hombres indistintamente
del color de su piel.
Esta película de Justin Chadwick el mismo creador del drama de segregación racial ‘The First Grade’, nos presenta esta cinta que perfectamente la podemos separar en dos partes. La primera nos muestra el mito detrás del hombre, la infidelidad, los atentados terroristas y su relación conflictiva con su hijo mayor. Mientras que la segunda nos presenta su llegada a Robben Island y es allí es donde el guion y la dirección van paulatinamente perdiendo fuerza. Provocando que justamente en el momento más álgido de la historia esta pierda toda su fuerza.
Esta película de Justin Chadwick el mismo creador del drama de segregación racial ‘The First Grade’, nos presenta esta cinta que perfectamente la podemos separar en dos partes. La primera nos muestra el mito detrás del hombre, la infidelidad, los atentados terroristas y su relación conflictiva con su hijo mayor. Mientras que la segunda nos presenta su llegada a Robben Island y es allí es donde el guion y la dirección van paulatinamente perdiendo fuerza. Provocando que justamente en el momento más álgido de la historia esta pierda toda su fuerza.
Mientras que Idris Elba como el líder sudafricano cumple, pero poco más. Ensombrecido por otros actores que ya han sabido dar vida a este personaje de forma magistral como es el caso de Norman Freeman. Quien a su vez físicamente es mucho más perecido a Mandela que el actor inglés. Llama la atención que Elba para interpretar a este icono político y social se haya tenido que internar en un gimnasio para mostrar un físico acorde a una cinta de acción. Algo que llega a desvirtúa la imagen del sudafricano y su obra en los últimos tramos de la cinta. En donde es difícil ocultar esos poderosos bíceps en el ocaso del personaje. Dejando a su vez mucho que desear el maquillaje, convirtiendo al actor en un muñeco en el tramo final (falto poco para que lo hiciera con CGI) descubriendo no sus carencias como actor, sino el recorrido que aún necesita para enfrentarse a retos interpretativos como este. Siendo la interpretación de Naomie Harris, la más interesante de todas, sin ser descollante la actriz se muestra sólida y guerrera.
A su vez el resto del reparto pasa sin
pena ni gloria por la película. Mientras
que la fotografía en algunos de los tramos más naturales y salvajes de la cinta se muestra realmente preciosa.
Conclusión: 'Mandela: Un Largo Camino Hacia la Libertad.' es una película que como en la escuela nos
decían “Puede y debe rendir más”. En donde se busco abarcar demasiado pero
que profundiza poco, a pesar de sus largas
dos horas y media de duración.
Lo mejor:
- Naomie Harris como la esposa de Mandela.
- La fotografía y los tramos naturales de Sudáfrica.
- Falta de profundidad.
- Pésimo maquillaje.
6 / 12
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