Un nuevo remake en forma de blockbuster del clásico japones que seguramente dividirá las agua de los fanáticos del monstruo nipón. En donde se puede afirmar que sobran humanos y faltan monstruos. El análisis a continuación.
En el tiempo que corre en donde los constantes reboot y remake se hacen presentes constantemente, Godzilla era uno de los reinicio más esperados de todos, dada la notoriedad y espectacularidad de la criatura. El mítico monstruo japonés más conocido dentro de Asia que de occidente fue creado por los estudios Tōhō en 1954 siendo protagonista de nada más ni nada menos que de 28 películas, llegando su primera reinterpretación norteamericana dos años después de su estreno; en 1956. Algo que en esencia es una gran ironía dada que la creación del mítico monstruo fue el método de protesta no violento que utilizo Japón como alegoría del ataque atómico norteamericano sobre Hiroshima y Nagasaki. Pero como hasta hoy en día en Estados Unidos está plenamente abalado el bombardeo nuclear hacia un Japón ya derrotado, en este film no se toca para nada ese tema, o la justificación o no de la muerte de más de 220 mil almas arrasadas por las armas de destrucción masiva del tío Tom. Obviamente no iban a importunar al espectador con dilemas morales antinacionalistas.
Aunque en esta nueva versión no se respeta en demasía su origen como ya se explicó anteriormente. Se trata de mantener el mismo tono que su versión original en donde el monstruo es un “detalle incidental natural”, y la sobreexplotación de los diálogos es el hilo conductor de la historia.
En esta nueva versión 2014 la acción básicamente sucede en dos países: Japón y Estados Unidos. No es que eso sea geográficamente imposible, pero uno puede adivinar el pensamiento de los creativos, concibiendo a Japón para respetar el país de residencia natural del gigante, pero trasladando la parte importante para los EE. UU. Obviamente con sus respectivos actores no-asiáticos como protagonistas así el público estadounidense no se asusta de ver una película extranjera. Esto es un pequeño detalle que seguramente tendríamos ya que esperar, pero que es algo que siempre rechina cuando vemos a Hollywood apropiándose de una idea nipona (véase Dragon Ball evotution para entender más cabalmente el concepto).
El problema más grande de la película no es justamente eso, sino la impericia por parte del guion de presentarnos correctamente los personajes en los cruciales 15 minutos iniciales, algo indispensable en cualquier films. En donde todo es mostrado a groso modo sin profundizar en nada para seguir avanzando sin lograr la menor empatía por las muertes que van sucediendo a lo largo de la cinta. Simplemente porque este tramo de la película está mal dirigido y aun peor escrito. En donde se desperdicia notablemente a Bryan Cranston (Breaking Bad) que seguramente podría haber aportado mucho más a un elenco en donde no sobra talento precisamente.
Luego del inicio mediocre, el resto de la película sigue el carril que uno espera de este tipo de films veraniegos. En una carrera por presentar hechos hasta llegar por fin a la aparición del monstruo; y una vez en esa instancia intercalar muchos momentos dialogados con apariciones esporádicas de Godzilla y sus amigos monstruosos. Ciertamente no es malo seguir con el enfoque de ser un filme repleto de dialogados o dramático que uno de acción, pero el drama que se presenta es simplemente aburrido llevado a cabo por muy malas actuaciones. La historia familiar en donde cae demasiado en lugares comunes una y mil veces previamente utilizados. Es posible que uno haya perdonado clichés en muchas películas, pero aquí se supone que es el regreso de una leyenda. En donde se nos presenta como pretexto inicial al padre del protagonista (Bryan Cranston), recién salido de la cárcel encarcelado por su obsesión sobre la existencia de un monstruo gigante que nadie cree que exista; para luego dejar paso al verdadero protagonista de la historia ósea a su hijo. Un soldado con una suerte que raya en lo absurdo y su familia totalmente estereotipada como relleno vulgar y conocido de la verdadera acción. Para luego caer en secuencias emocionantes con la destrucción de varias ciudades, eso sí, con sus respectivos clichés: el perro en peligro que escapa de la catástrofe, la niña que se da cuenta antes que nadie de la amenaza, el niño en busca de sus padres, el autobús escolar en medio del tráfico, la esposa enfermera…
En donde hasta la explicación sobre el origen de Godzilla y compañía es infantil: una criatura de la evolución de mucho años (digamos miles. No, mejor millones) mezclado con una especie de alternativa a ciertos comportamientos históricos como que Estados Unidos y Rusia no probaban sus bombas militares para la competencia en la guerra fría sino para acallar al monstruo (¡absurdo! ¿Por qué nadie se enteró? ¿Y el monstruo no se despertó de tantas bombas? Además ¿Pacto de común acuerdo entre enemigos irreconciliables como EE.UU. y La Unión Soviética? ¿No era más probable que estos países utilizaran el monstruo a su favor para atacar a su enemigo?). Sin contar que Godzilla es un depredador que persigue sus presas alrededor del mundo para solamente matarlas y luego volver tranquilamente hacia su casa siendo aclamado por “salvar la ciudad”.
Quien está leyendo esta reseña pensara que este films es una terrible película sin nada digno de destaque; pues no es así. Porque en los últimos 15 o 20 minutos, vemos lo que realmente queríamos ver, esto quiere decir el presupuesto de 160 millones de dólares en acción. Con batallas realmente épicas, donde por fin se nos muestra los kaijus totalmente en acción, con unos efectos de sonido extraordinarios dignos de un premio de la academia. Siendo cada rugido una demostración intransferible de poder por parte de las criaturas.
Siguiendo en el apartado técnico el 3D es lamentablemente, siendo simplemente una excusa para el sobreprecio de la entrada. Presumiblemente mucho más disfrutable en formato tradicional que en el estereoscópico.
Conclusión: Godzilla (2014) es una película con mal guion, pésimas actuaciones y un 3D inexistente. Pero con unos 20 minutos finales que nos harán disfrutar de unas excelentes escenas de acción y un sonido extraordinario. En donde seguramente si se pulen sus aspectos negativos y se explotan los positivos, tendremos una segunda parte mucho mejor que esta que se nos presenta hoy en día.
Lo mejor:
- Los efectos de sonido.
- Los últimos 20 minutos del films.
- Mal guion.
- Malas actuaciones.
- 3D inexistente.
6-12
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