Una película repleta de altibajos la que en línea
general desperdicia la posibilidad de ver enfrentados a dos de los superhéroes más
grandes de la historia. En una cinta que se va degradando a medida que avanza
en su dilatada travesía.
Muchas películas suelen ser “simpáticas” para el crítico
profesional (o sea personas normales con la diferencia que le pagan por ver películas
y opinar sobre ellas). Esos mismos señores que hablaban de obra maestra como ‘Star Wars: El despertar de lafuerza’, Jurassic Wold y hasta
de la agradable Deadpool (ni más ni menos que ‘agradable’). Pero ya sea porque hay
dinero de por medio o porque queda bien decirlo, estas películas reciben loas mientras que otras sin tanta estrella como ‘Cloud Atlas’ o ‘Linterna Verde’ son
destrozadas sin miramiento.
A su vez por otro lado tenemos los fanáticos
de Marvel o los de DC los que al mejor estilo barra brava de futbol defienden
sus editoriales de comic sin importar lo bien o mal que lo hagan sus respectivas películas. Estas cosas
debemos de tener en cuenta para hablar con cierto equilibrio sobre una de las películas más
esperadas de este movido año 2016 en
materia de cine de superhéroes.
'Superman
vs Batman: El origen de la justicia' es una película que perfectamente
la podemos dividir en tres actos, siendo el primero una genialidad con unos 20
minutos apoteósicos en donde una malevola vocecita nos decía (“estos malditos comprados por Disney solo exageraron sus críticas”).
En donde se nos presenta un Batman
bien construido pero distinto al de Nolan. En donde se nos muestra las consecuencias de la pelea de Superman y Zod durante ‘Man of the Steel’ pero
desde la perspectiva de un humano; ni más ni menos que la de Bruce Wayne. En un potente telón de fondo para lo que vendría.
Luego en el segundo acto vemos al villano de la
cinta interpretado por el actor de ‘Red Social’ Jesse Eisenberg quien vuelve a hacer de sí mismo, o bueno, de ese personaje tan estereotipado al que siempre
interpreta en todas sus películas. En donde los flashback, los sueños
proféticos y las constantes referencias pseudofilosofícas sobre Hombres
y Dioses son el motor de una trama no tan estructurada pero aun así entendible.
En donde algunas cosas se sienten forzadas y apresuradas pero a un nivel el
cual podemos dejar pasar por alto. (‘Bueno
quizás los críticos solo exageraron un poquito nada más’).
Pero
luego llega el tercer acto y la película se termina de desflecar totalmente.
Con un Lex Luthor horroroso, mucho
más similar al propio Joker que al Luthor que se convierte en el presidente de los
Estados Unidos. Transformándose en un científico loco con mucho dinero y sin mucha astucia a la hora de llevar a cabo sus inentendibles actos. Allí la película recurre en demasía al recurso de ‘la damisela en apuros’ como nuevo impulsor de la
trama, algo que se lo podemos perdonar a Arrow o a la serie de Flash
pero no a la película más cara de la historia. En donde Superman pelea contra Batman
por razones muy poco claras, tan poco claras como las razones que hacen que
ambos comiencen a trabajar juntos.
Pero
no todo es malo en la película. Gal
Gadot introduce, de manera épica, a Wonder
Woman al mundo de la cinematografía por primera vez. Por fin una figura femenina consigue la
independencia y el interés suficiente para conseguir eclipsar este mundo de
hombres y ser, de nuevo, una de las que más se luce a lo largo del
largometraje, incluso más que los propios protagonistas. Quizás se
echa en falta más minutos en pantalla o quizás simplemente le jugo a favor no tanta exposición. A su vez nobleza obliga decir que
el Batman de Ben Affleck es soberbio (en lo que tiene que ver con
la actuación) siendo muy distinto al interpretado por Christian Bale pero mostrándose como la mejor actuación de todo el elenco. Mientras
que el injustamente criticado Henry Cavill
vuelve a mostrarnos un gran Superman.
Siendo lo mejor de la cinta los efectos especiales y la utilización del 3D dando un gran lucimiento a los espectaculares combates.
Conclusión:
Con tres actos muy distintos se nota
que la edición le jugo una muy mala pasada a una película que ya de por si es
muy larga y que bebe en demasía de Watchmen. En donde Zack Snyder apelo demasiado al conocimiento en los comic
de Frank Miller pero el cine es un lenguaje completamente diferente
de las contrapartes impresas en las cuales se inspira. Si una película requiere
conocimientos previos para entenderla, directamente está mal hecha. En especial
si estamos hablando de un blockbuster que debe amortizar unos 400 millones de dólares
de presupuesto (‘Diablos esta vez los críticos
tuvieron razón’).
Lo mejor:
- Los primeros 20 minutos de película.
- Las actuaciones de Ben Affleck y Gal Gadot.
- Los efectos especiales.
- El peor villano de la historia del cine de superheroes el Lex Luthor de Jesse Eisenberg.
- Un guion confuso y pretencioso.
- Una película excesivamente larga con demasiadas subtramas.
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