Se que si les recomiendo una excelente película con la firma de Steven Spielberg no es descubrir la pólvora en materia de cine. Si hay un director que le gusta ofrecer al espectador lo que a él le gustaría ver a su lado de la pantalla, ese es el realizador de películas tan distintas como 'La lista de Schindler', "E.T" o 'Tiburón'. Cada película suya es un acontecimiento. En un mundo del cine en el que la magia es cada vez un bien más escaso, él es el ilusionista que pasa de cuando en cuando a apartar la monotonía de nuestras pantallas.
Ocurre que los Oscar son particularmente crueles con estos clásicos en activos como Clint Eastwood o el mismo Spielberg. El hecho de ignorar a Spielberg en las nominaciones a la mejor dirección por Caballo de guerra, y nominar en cambio premios de carácter técnico como mejor película, fotografía, mejor dirección artística, mejor banda sonora, mejor sonido y montaje sonoro, viene a ser algo parecido a premiar a una orquesta dejando fuera del premio a su director.
Y ese director hace un trabajo extraordinario a partir del libreto adaptando la novela de Michael Morpurgo. Spielberg emplea con contundencia la fuerza de la imagen como motor narrativo de la historia. Lo hace con una planificación ejemplar y con un dominio del plano asombroso. El plano es una herramienta que hace lo que tiene que hacer en una buena película: muestra, oculta, resalta...cualquier aspecto de la historia mejor incluso que los diálogos de sus personajes.
No es de extrañar, ya que el personaje principal, el que sirve de hilo conductor al relato, no es otro que el hermoso caballo que da título a la historia. Pese a que no puede hablar, es él, y no con sus sucesivos dueños, con el que empatizamos y sufrimos. Pero ese caballo nos otorga extraordinarias escenas como la de su liberación de la alambrada o la desigual carga de la caballería contra las ametralladoras alemanas. Pero hay humanos, claro. Hay historias detrás de ellos, y es aquí dónde quizás la película falla un tanto. La desigualdad en el interés de los personajes -la historia del chico interpretado de forma correcta por Jeremy Irvine no llega a despegar, la nieta del abuelo muy bien interpretado por Niels Arestrup, y es magnífica la militar pareja formada por Tom Hiddleston y Benedict Cumberbatch- y su corto (a veces fugaz) espacio en pantalla hace que la película tenga una menor capacidad de conmover, un problema que llega a suplirse como decía antes en buena parte por la narrativa y el simbolismo de las imágenes con las que se retrata al caballo. Algo que quiero destacar de esta cinta es la imagen mas realista de la guerra donde podemos apreciar que tanto jóvenes ingleses o alemanes son humanos arrastrados al conflicto sin mayores pretensiones que sobrevivir. "Sin malos absolutos ni "buenos" patriotas.
Con una bella e imponente banda sonora del siempre en forma John Williams ( Encuentros del tercer tipo (1977), Superman, 1941 y Tiburón 2), y con todas las virtudes visuales antes aludidas, Caballo de guerra por mucho que algunos se refieran a ella como una película menor de Spielberg es una historia sencilla (lo que no tiene porqué ser malo) contada con un oficio extraordinario.
Lo mejor:
- Una fotografía impecable
- gran banda sonora
- Escenas que podrían ser clásicas en el cine bélico de la segunda guerra mundial.
Lo Peor:
- "Los protagonistas" humanos nunca terminan de cuajar del todo dentro de la cinta.
10 - 12
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