Efectos especiales bien logrados, banda sonora soberbia pero con un guion endeble que se inspira en demasía de lo creado hace 38 años, todo esto sumado a un villano nada digno del legado de Darth Vader.
Por un lado dos bandos claramente diferenciados uno claramente bueno y el otro claramente malo los que buscan un mismo objetivo pero con distintos fines. El simpático androide al que le confían la misión de resguardar la preciada información y el encuentro de este de forma "fortuita" con la protagonista. La que es una joven con un potencial gigantesco hacia el uso de la Fuerza la que vive en un planeta desértico y peligroso en donde no se siente plena pero el cual tampoco quiere abandonar hasta que “el destino” la obliga a hacerlo (¿No les hace acordar a alguien?). Acompañada por otro personaje principal al que encuentra por "casualidad" con el que acaba por “coincidencia” robando el Halcón Milenio, para inmediatamente a los cinco minutos "fruto del azar" encontrar a Han Solo quien justamente estaba paseando por esa zona de la galaxia. Para luego terminar en la base de los rebeldes (en este caso La Resistencia) para (aquí viene una algo nunca antes visto) destruir un arma de destrucción masiva capaz de aniquilar planetas a distancia, en una batalla aérea llena de excelente pirotecnia CGI pero algo que obviamente ya supimos ver.
Hasta el propio personaje de Han Solo se ríe de este hecho (un claro guiño del director a lo absurdo del propio texto) siendo la respuesta para dejar el asunto zanjado “Esto es diferente. Esta estrella de la muerte es mucho más grande que la anterior” eso si; construida por el mismo punto débil.
Otro factor negativo es el exceso de personajes los que no logran cuajar bien, más bien se notan forzados como el Gigantesco Trooper interpretada por Gwendoline Christie (Brienne de 'Game of thrones') que nos enteramos que es mujer simplemente porque le tratan de “ella” y poco más. Un soldado totalmente comprometido con la causa el que a la mínima amenaza traiciona a esta nueva poco disimulada secta Neonazi.
Es verdad que cada aparición de los personajes clásicos despertaban vítores por parte del público (o sea nosotros) pero solo Han Solo y Chewbacca logran brillar, notándose en demasía los años fuera de la actuación de Carrie Fisher la que más que general de un grupo paramilitar actúa como una abuelita. La que tiene más retoques por CGI en arrugas y peso que muchas de las especies alienígenas que aparecen en pantalla. Siendo la frutilla de la torta la escena final y el juego de morisquetas entre Luke y Rey algo que seguramente dará pie a miles de parodias y nemes en poco tiempo.
Antes de ingresar directamente en
la película quiero avisar que esta opinión CONTIENE SPOILER por la obvia razón que no se puede
hablar de una película tan importante como esta sin fundamentar lo que se está
diciendo. Por lo tanto sino la has visto aun corre al cine a verla y luego si aún
tienes ganas de leer la opinión de un fulano cualquiera vuelve a este sitio y
continua leyendo.
Muchos de nosotros hemos crecido
teniendo a Star Wars como un
referente sin parangón, hemos visto la trilogía original con éxtasis a pesar de
sus notorios fallos y unas precuelas la que se le puede acusar del abuso de la
pantalla verde. Pero a pesar de la
excesiva critica por parte de la mayoría hay que reconocerle a George Lucas que no busco el camino fácil,
o sea se arriesgó a la hora de no repetir la fórmula aunque luego lamentablemente no le salio bien (en la vida real cuando uno se arriesga tiene infinitamente
más posibilidades de fracasar que en una película).
Pero el universo Star Wars no culmino con solo esas seis
películas, también surgieron ideas extraordinarias por parte de terceros las
que enriquecieron la franquicia, ideas que se denominaron “El universo expandido” como ‘La
vieja República’, ‘La nueva orden
jedi’ y la terrible guerra contra los Yuuzhan
Vong una exótica raza capaz de repeler la fuerza armados con armas biológicas,
dispuestos a destruir a todos aquellos que usen la pagana tecnología mecánica.
Durante estos arcos argumentales como sucedió con
la ya nombradas denotadas precuelas otra vez no se buscó
repetir la fórmula de las tres primeras cintas.
Pero hace un par de años llego Disney y
como supo hacer con Marvel comprar la franquicia a 4000 millones de dólares y desecho ese rico universo expandido para
inventar uno propio. Dándole la batuta al talentoso J.J.
Abrams quien supo revitalizar la
franquicia rival de todas las horas Star Trek. Pero a diferencia de esta, en donde utilizo profundamente el bisturí
con Star Wars no se arriesgó y
realizo lo que George Lucas nunca
quiso hacer, consumar una remake-secuela
de las primeras películas, algo tan de moda hoy en día. Pero mostrando muy
pocas novedades realmente originales con un guion flojo por donde se lo mire
que copia en demasía a lo hecho 38 años atrás.
Por un lado dos bandos claramente diferenciados uno claramente bueno y el otro claramente malo los que buscan un mismo objetivo pero con distintos fines. El simpático androide al que le confían la misión de resguardar la preciada información y el encuentro de este de forma "fortuita" con la protagonista. La que es una joven con un potencial gigantesco hacia el uso de la Fuerza la que vive en un planeta desértico y peligroso en donde no se siente plena pero el cual tampoco quiere abandonar hasta que “el destino” la obliga a hacerlo (¿No les hace acordar a alguien?). Acompañada por otro personaje principal al que encuentra por "casualidad" con el que acaba por “coincidencia” robando el Halcón Milenio, para inmediatamente a los cinco minutos "fruto del azar" encontrar a Han Solo quien justamente estaba paseando por esa zona de la galaxia. Para luego terminar en la base de los rebeldes (en este caso La Resistencia) para (aquí viene una algo nunca antes visto) destruir un arma de destrucción masiva capaz de aniquilar planetas a distancia, en una batalla aérea llena de excelente pirotecnia CGI pero algo que obviamente ya supimos ver.
Hasta el propio personaje de Han Solo se ríe de este hecho (un claro guiño del director a lo absurdo del propio texto) siendo la respuesta para dejar el asunto zanjado “Esto es diferente. Esta estrella de la muerte es mucho más grande que la anterior” eso si; construida por el mismo punto débil.
Pero si algo es malo en esta película
es su villano, un personaje que va
perdiendo Fuerza (permitanme el doble sentido) a medida que va pasando la cinta. En
el primer arco de la cinta se muestra suntuoso y poderoso dejando incluso un disparo congelado por varios segundos en el aire de
forma espectacular, para luego al final ser vencido fácilmente por alguien quien
nunca utilizo un sable de luz en su vida. Ese fue el peor error cometido por a J.J. Abrams destruir toda la mítica detrás
de la Fuerza, posicionando a los sensibles a ella como potenciales Neos, máquinas de matar al segundo de percibir el entramado detrás de ella. Luke en las películas originales pasa gran parte de la trilogía sin saber usar correctamente un
sable de luz hasta que es entrenado por dos de los más grandes maestros Jedis
de la historia. Aquí no solo uno sino dos personajes con simplemente tomar una espada laser por primera vez se vuelven maestros espadachines venciendo solo
uno de ellos mano a mano al todo poderoso y prodigioso pichón de Lord Sith.
Siendo Kylo Ren un personaje sumamente interesante al principio como ya se dijo, pero solo hasta que se quita por primera vez la máscara para mostrar una cara que lejos de dar miedo; da lástima. Otra cosa que se carga J.J. Abrams son los estragos producido por el Lado oscuros en sus usuarios, nada de palidez sepulcral u ojos amarillos, ni siquiera luego de la predecible “traición”.
Siendo Kylo Ren un personaje sumamente interesante al principio como ya se dijo, pero solo hasta que se quita por primera vez la máscara para mostrar una cara que lejos de dar miedo; da lástima. Otra cosa que se carga J.J. Abrams son los estragos producido por el Lado oscuros en sus usuarios, nada de palidez sepulcral u ojos amarillos, ni siquiera luego de la predecible “traición”.
Otro factor negativo es el exceso de personajes los que no logran cuajar bien, más bien se notan forzados como el Gigantesco Trooper interpretada por Gwendoline Christie (Brienne de 'Game of thrones') que nos enteramos que es mujer simplemente porque le tratan de “ella” y poco más. Un soldado totalmente comprometido con la causa el que a la mínima amenaza traiciona a esta nueva poco disimulada secta Neonazi.
Es verdad que cada aparición de los personajes clásicos despertaban vítores por parte del público (o sea nosotros) pero solo Han Solo y Chewbacca logran brillar, notándose en demasía los años fuera de la actuación de Carrie Fisher la que más que general de un grupo paramilitar actúa como una abuelita. La que tiene más retoques por CGI en arrugas y peso que muchas de las especies alienígenas que aparecen en pantalla. Siendo la frutilla de la torta la escena final y el juego de morisquetas entre Luke y Rey algo que seguramente dará pie a miles de parodias y nemes en poco tiempo.
Pero recordemos que gran parte de estos
problemas son en consecuencia de que estamos hablando del resumen de lo J.J.
Abrams tenía pensado, unas 4 horas de películas las que por obvias razones
tuvo que reducir en dos, por lo tanto debe
haber muchas cosas que no se entienden por este motivo.
Pero no todo es malo en esta
cinta, todo lo contrario. Los primeros 10 minutos del films son apoteósicos.
Con disparos de blaster por todos lados, batallas de naves en el cielo y un aparente
Lord
Sith extremadamente poderoso. Para
luego dar paso a lo mejor del films su protagonista, una jugada
excelente por parte del director al mostrarnos al simpático personaje de Finn como el protagonista de la historia.
Siendo Rey un personaje femenino muy bien construido el que rápidamente va evolucionando (quizás
demasiado rápido) durante el film. Con una Daisy
Ridley que sabe brillar como nunca lo ha hecho ninguna otra fémina dentro
de la saga (más allá de la sugerente imagen de Lia que todos recordamos).
Otro de los grandes puntos
fuertes con el extraordinario nuevo droide BB-8
al que solo a base de sonidos y su peculiar movimiento comunica muchísimo más
que la mayoría de los personajes de carne
y hueso. Los efectos especiales son utilizados de forma muy inteligente
durante toda la cinta de forma magistral pero sin exagerar, cuando vemos alguno de los protagonistas
corriendo en el desierto notamos que lo están haciendo de forma real y no en un
estudio con una pantalla de verde detrás. Mientras que muchas de las criaturas vuelven
a ser maravillosos animatronic y no personajes creados solo con CGI. Siendo la guinda de la torta la excelente banda sonora la que nada tiene que envidiar de sus predecesoras.
Conclusión:
La crítica especializada le ha dado las mejores calificaciones posibles quizás por
nostalgia o quizás por dinero, solo ellos sabrán. Pero Star Wars VII: ‘El despertar de la fuerza’ cuentas con demasiadas
sombras como para hablar de una obra maestra. Excelentes efectos especiales y música,
buenas actuaciones de parte del nutrido elenco, pero con un villano totalmente pusilánime
y un guion malo que solo se remite a copiar lo que ya supo hacer Lucas con maestría.
Lo mejor:
- Los efectos especiales y banda sonora.
- La muy buena actuación de Daisy Ridley y el carisma de Harrison Ford.
- El Droide BB-8.
- Muy flojo guion.
- Un calamitoso villano.
- La actuación de Carrie Fisher.
6-12
Con pros y contras como en todas las historias. Definitivamente con Star Wars: Episodio 7 , me llevé una gran sorpresa. Como espectadora que ha asistido a los estrenos de los films previos, que prácticamente ha crecido con la primera trilogía, sólo puedo decir que me he enfrentado a una sensación con doble filo. Por un lado, feliz de reencontrarme con los viejos personajes, de palpar a ratos el espíritu de los films originales, de sentir la fuerza correr por mis venas mientras disfrutaba de una más que brillante mezcla de efectos digitales y físicos (uno de los mayores aciertos del film); pero por otro estaba todo el rato por delante del film, sabiendo en cada momento lo que iba a pasar, algo que sólo debe estar destinado a los más que necesarios segundos visionados. Ejemplo: en cuanto Han Solo llama a su hijo, sabemos qué va a pasar, y el momento, aunque bien interpretado, no posee fuerza. Pero sería injusto acribillar la película por ser a ratos, demasiados, predecible y casi una fotocopia de los instantes de la película que lo empezó todo. Al final El despertar de la fuerza parece más una película nostálgica que funcionará como transición para la nueva etapa de Star Wars ahora bajo la administración Disney Studios.
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