El artista es un ejercicio arriesgado para la industria actual del cine en los tiempos que vivimos de inmediatez e imágenes en 3D. Nada menos que hacer una película en blanco y negro y muda. Que maravilloso es ser insensato en algunas ocasiones cuando nos atrevemos a soñar.
¿Que tipo de 29 años quiere ver una película sin efectos especiales luminosos y en 3 dimensiones? Que clase de persona se emociona casi hasta las lagrimas con caras con gestos exagerados. bien esa clase de persona es la misma que escribe este blog. Por mi edad no conocí el cine en blanco y negro, mucho menos el cine mudo. Pero la conversación con una dama brasileña amante como yo del cine decidí ir a verla. Me dijo así: "Los jóvenes como tu deberían ir a ver esa película mas que nosotros los viejos que vivimos esa época del cine. De ese modo comprenderán un poco mas de como llego el cine a ser lo que es hoy en día" Entonces decidí que esa iba a ser la película a ver anoche.
Es difícil convencer al espectador hoy en día para que gaste su dinero en una película de estas características. Repito. Casi dos horas de cine mudo y en blanco y negro. Con entradas sumamente caras y con tantas opciones mucho mas comerciales para ver.
Pero merece la pena. Y mucho.
Creo que debemos estar agradecidos por todos los avances que han supuesto las técnicas cinematográficas desde los años veinte del pasado siglo. Terminando por el 3D (correctamente manejado) y comenzando por el paso del cine mudo al sonoro.
Pero tampoco podemos olvidar que, precisamente, cada carencia era suplida por aquellos artesanos de los inicios con una gran dosis de maestría que la película The Artist (el nombre en ingles) viene a homenajear.
Gente como Griffith, Murnau o Chaplin sabían que ese teórico hándicap tenía que ser cubierto por un inmenso cuidado en la planificación y fotografía de cada plano (de tal forma que ese plano tenía que hablar más allá de los movimientos de labios de los personajes), y que los actores tenían que dotar de más expresividad a sus gestos, expresiones y miradas.
Ganadora de 5 Premios Oscar a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Protagonista, Mejor Banda Sonora y Mejor Vestuario. La película es una espléndida crónica, con una pasión que se contagia al espectador, del paso al cine sonoro, y las dificultades de adaptación de las estrellas del cine sonoro que ven, como de pronto, todas sus técnicas de interpretación ya no sirven para nada, encontrándose, además, con la presión de las nuevas estrellas emergentes que les van quitando el sitio.
Este planteamiento, que guarda puntos de semejanza con el clásico Cantando bajo la lluvia es perfectamente transmitido por las imágenes sin diálogos de la cinta, y, por supuesto, por una extraordinaria actuación, que le valió de hecho el premio del pasado Cannes y el Oscar a la mejor interpretación masculina , del actor galo Jean Dujardin.
Es encomiable especialmente la capacidad camaleónica del intérprete (que además de dar vida al mismísimo Lucky Lucke, tiene un papel pequeño y fundamental en el éxito Pequeñas mentiras sin importancia) para meterse en la piel de George Valentine, y que sea creíble en todo momento.
Una magnífica película que contagia positivismo y que reivindica el amor por el cine. ¿Se puede pedir más? Pasen y vean, por favor, sin miedo.
Lo mejor:
- Un gran guion.
- Banda sonora extraordinaria. Interpretación genial de Bérénice Bejo actriz franco - argentina que le llevo a la nominación al Oscar a mejor actriz de reparto.
- Magistral actuación de Jean Dujardin el cual le merecio el oscar a mejor actor masculino
- Ganadora de 5 Oscar Ganadora de 5 Premios Oscar a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Protagonista, Mejor Banda Sonora y Mejor Vestuario. Lo peor:
- el 3D es inexistente (ja ja solo un chiste)
12 - 12
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